La construcción del muro se realiza mediante un encofrado de madera denominado tapial. La tierra se vierte en el encofrado y se apisona, repitiendo este paso en sucesivas tongadas. Tanto si la tapia es únicamente de tierra como si lleva incorporada un porcentaje de cal, durante el apisonado tiene lugar una migración del eventual conglomerante y los finos hacia la superficie del paramento, creando un encalado terso y liso, eficaz contra los ataques de la intemperie, característica propia de todas las variantes de tapia. El tapial puede estar constituido por una única tabla de madera o por varias, dejando una impronta en el muro que revela el despiece de las tablas que forman el encofrado.
Este muro se construye vertiendo previamente una capa de mortero de cal, formando una cuña contra las paredes del tapial (encofrado). Posteriormente, se realiza el vertido y apisonado de la tierra. Este paso se repite a cada tongada, obteniendo una sección de muro muy característica. A pesar de verter el mortero de cal en tongadas, quedan unidas por la cara exterior formando una capa continua de cal que protege el interior del muro de tierra.
En ocasiones, solo se realizaba la costra por el lado exterior y se enlucía con yeso el interior. Para el mantenimiento de la costra se encalaba o se le aplicaban revocos de distinta índole.
Se trata de un muro de tapia con ladrillos o medios ladrillos, normalmente colocados a tizón contra la cara interior del encofrado, acompañados frecuentemente con una costra de mortero de cal. Durante el apisonado, esta cal fluye por delante de los ladrillos que quedan semiocultos en el paramento final. El espesor de las tongadas determina la distancia vertical entre los ladrillos, que aparecen en el muro con juntas muy gruesas, característica principal de esta variante constructiva.
Se trata de un muro de tapia con verdugadas de ladrillo de regularización que se disponen entre hilos y tapiadas consecutivas o agrupando dos o más tapiadas. Estas verdugadas sirven simultáneamente para puentear los orificios de las agujas del encofrado.
Se trata de un muro de tapia con verdugadas de adobe de regularización que se disponen entre hilos y tapiadas consecutivas o agrupando dos o más tapiadas. Estas verdugadas sirven simultáneamente para puentear los orificios de las agujas del encofrado.
Se trata de un muro de tapia con verdugadas de mampuestos de regularización que se disponen entre hilos y tapiadas consecutivas o agrupando dos o más tapiadas. Estas verdugadas sirven simultáneamente para puentear los orificios de las agujas del encofrado.
Se trata de un muro de tapia con yeso extendido en las juntas verticales y horizontales de cada cajón con el objetivo de proteger estos puntos débiles de posibles entradas de agua frente a la intemperie.
Se trata de un muro de tapia reforzado con yeso, que adopta unas características formas ondulas, las brencas, en parte por el propio apisonado y en parte por la acumulación deliberada en las esquinas del cajón. El yeso facilita el apisonado en las esquinas del cajón y protege las juntas de la tapia frente a la intemperie.
Se trata de un muro de tapia reforzado con yeso, que adopta unas características formas ondulas, las brencas, en parte por el propio apisonado y en parte por la acumulación deliberada en las esquinas del cajón. Incorpora además pilarcillos de yeso, encofrados simultáneamente con la tapia, o rafas, que aparecen generalmente en esquinas, jambas u ocasionalmente en algunos puntos del muro. El yeso facilita el apisonado en las esquinas del cajón y protege las juntas de la tapia frente a la intemperie.
Se trata de un muro de tapia que se refuerza, entre moldes con mortero de yeso en laterales y esquinas. Evita efectos de retracción, mejora la trabazón y refuerza los posibles puntos débiles evitando agrietamientos durante el secado. Además dentro de los cajones de tapia se incorporan ladrillos colocados de tabla. Al apisonar la tierra esta fluye por delante de las caras de los ladrillos, quedando estos ocultos parcialmente y mostrándose unas juntas gruesas.
Se trata de un muro de tapia que se refuerza, entre moldes con mortero de yeso en laterales y esquinas. Evita efectos de retracción, mejora la trabazón y refuerza los posibles puntos débiles evitando agrietamientos durante el secado. Además dentro de los cajones de tapia se incorporan piedras. Al apisonar la tierra esta fluye por delante de las caras de las piedras, quedando estos ocultos parcialmente y mostrándose unas juntas gruesas.
Se trata de un muro de tapia al que se le incorporan en su interior piedras. Al apisonar la tierra esta fluye por delante de las caras de las piedras, quedando estas ocultas parcialmente y mostrándose unas juntas gruesas. Lo más característico de este sistema es la disposición de los materiales. El mortero de cal se vierte junto al encofrado en la parte exterior del cajón. Cuando se echa y apisona la tierra, se produce un flujo de lechada de cal hacia el exterior creando una costra protectora de la tierra a la intemperie y dejando la cara exterior con un acabado más fino y liso.
Muro de tapia donde el arranque o basamento del muro se realiza con sillería para protegerlo de la humedad procedente del suelo.
Muro de tapia en el que se refuerzan los puntos más débiles, como es el caso de las esquinas y los huecos, con sillería. En estos casos puede existir también un basamento de sillería.
En este caso, la tapia se construye entre machones de ladrillo, pudiendo aparecer también hiladas de ladrillo entre las sucesivas tapiadas. Estos refuerzos pueden quedarse al exterior o bien quedar ocultos tras una costra que cubre todo el paramento. Estos machones de ladrillo se disponen desplazados en cada hilada, de manera que constituyen el refuerzo lateral de cada módulo de tapia y, además, cada tapia se desplaza con respecto a la inferior.
Se trata de una variante del muro de tapia con la diferencia de que en su interior se colocan piedras y mortero de cal para darle una mayor resistencia al muro.
Se trata de una variante del muro de tapia con la diferencia de que en su interior se colocan piedras y mortero de yeso para darle una mayor resistencia al muro.
Se trata de un muro de mampostería con mortero de agarre de cal que se construye con encofrados.